lunes, 4 de marzo de 2013

Este joven (Semblanza)

Es un joven que acaba de cumplir su mayoría de edad. En su rostro aún se anidan rasgos de niño que alcanzan su punto mayor en sus ojos brillantes y redondos. Tiene una pequeña nariz, cejas tupidas como escobas y mejillas marcadas por los cambios de la adolescencia. No hay en él rastros de barba ni asomo de bigote. De su ovalada cabeza brotan negros cabellos, que cuentan que rara vez los visita un cepillo. Se lo había dejado crecer cuando terminó el colegio porque allí le ordenaban tenerlo corto; ahora se lo había cortado porque decían que todos los universitarios lo usaban largo. Su piel no es del color bronce ni como leche, está en medio de ambos. Sus largos dedos –de pianista, dicen- hacen juego con su figura: un poco largo y bastante flaco, hasta sus costillas asoman ligeramente en su torso.

No es la concentración característica suya, y menos aún prisa alguna: cuando tiene tarea que hacer, revisa primero que en la despensa no falte alimento, ordena su cuarto (que a los días vuelve al caos de nuevo) y se pone al día con los diarios. Sin embargo, es bastante meticuloso, como quien va a salir de viaje y revisa varias veces su lista de equipaje. Cuando escribe (lo poco que escribe) lo relee varias veces y queda conforme hasta saber que cada punto y cada tilde está en su lugar.

Parece un retrato, porque casi siempre usa la misma ropa y su pantalón tiene ya raíces en él. Sus camisetas están un tanto gastadas por el uso, aunque sin estar rotas. Nunca sale sin un abrigo de su casa, porque en su ciudad el frío viento disfruta con los desprevenidos.

Quiere estudiar y aprender, y como su horario de mayor productividad es en la noche y sus clases por la mañana, sus ojeras son ya parte de su uniforme. Aún cansado, siempre posee un ánimo de alegría y gusta de bromear.

Ahora está terminando de escribir, empieza a sentir el frío de la madrugada que avanza sobre la noche y el agotamiento lo hace sobre su espalda. Afina los últimos detalles para finalizar la semblanza en la que ha estado trabajando. Un destello de satisfacción en su rostro. Seguidamente, se levanta de su asiento y se dispone a dormir.

* Esta semblanza la escribí en 2010 para un curso. Quise publicarla por acá sin hacerle ningún cambio al original. Espero les guste

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