viernes, 17 de mayo de 2013

La dependencia a los grandes medios

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Qué difícil detestar los medios de comunicación dominantes (La Nación, Teletica, Repretel) y, aun así, sentir que los necesitamos.

Es evidente que estos tienen posiciones en contra de la gran mayoría de movimientos sociales, que son conservadores, que apoyan la represión (o utilizan la fuerza explícitamente)... Que durante la campaña contra el TLC tomaron una posición a favor del Sí.

En el documental Santo Fraude (2010) queda para la posteridad la actitud de estos medios. Como dijo ahí el actual director del Semanario Universidad (que trabajada en La Nación), los medios "perdieron el pudor", por decirlo bonito.

Existen medios de comunicación alternativos, es cierto, como ElPais.cr o CrHoy.com. Pero no son estos los que ponen los temas por los que la "opinión pública" se preocupa. Más bien, solo ofrecen visiones alternativas a lo que los medios más fuertes imponen más algunas otras informaciones que se quedan como minoritarias. Como decir que le hacen una nota al pie de página de los medios dominantes.
 
 
Santo Fraude nos recuerda la "objetividad" de los medios ante el TLC 
(qué feo tener a Arias en esta publicación)


ElPais suele poner temas de movimientos sociales, ambientales e indígenas. Por su parte, CRHoy se parece más a los medios tradicionales, solo que -imagino- necesitan crearse un espacio en el mercado, por lo que amplía su agenda para diferenciarse. Otros medios (ElPeriodicocr.com y otras inciativas) tienen más temas y entrevistan a otra gente, pero publican mucho menos a menudo, por lo que son insuficientes para que alguien "esté al día".

Además, la idea de "alternativo" es asumirlos como una opción más pequeña, insuficiente, casi suena despectivo. Es ponerlos en menor nivel que a los medios poderosos.


2

No se trata solo de ver un programa o una noticia y saber que están viciadas, que solo dan el punto de vista del empresariado o el gobierno.

Una amiga recibió una llamada del Servicio al Cliente de La Nación. "Sí, ya hoy sí me llegó, muchas gracias", contestó ella. Tenía dos semanas de que no recibía el periódico y se sentía como perdida. Había cerrado su cuenta en Facebook y le era difícil saber de qué se estaba discutiendo últimamente, lo que pasaba en el país.

Ella es suficientemente crítica para hacerse sus propios puntos de vista de las noticias, sabe que estas vienen "amañadas", que son tramposas. El problema, creo yo, es que no puede ampliar los temas que pasan en el país, la agenda se la determina ese periódico.

Es cierto que los medios no dan solo el punto de vista de los poderosos y poderosas conservadoras del país. Por ejemplo,en La Nación está la columna de opinión del sábado de Laurencia Sáenz, Al Vuelo, donde se defiende las posiciones pro Fertilización in Vitro, interrupción del aborto, Estado Laico, en fin, una agenda por el derecho a decidir. Lo mismo cuando estaba Rodolfo Cerdas (fallecido en 2011) en la columna dominical Ojo Crítico.

Esto se lo debemos a lo que se llama polisemia de los mensajes. "En su afán por maximizar los públicos para hacer más rentable el mensaje, los medios realizan concesiones e incorporan rasgos de las clases subordinadas en los contenidos", nos dice José Carlos Lozano en su libro sobre teorías de la comunicación (página 59, por si les interesa). 

Lo mismo cuando Pilar Cisneros se levantan algún político o política. La idea es aparentar objetividad o incrementar la popularidad del medio, aunque en la grandísima mayoría del resto del noticiero sea conservador, como dijimos al principio.

Lo peor es que esos espacios críticos del noticiero televisivo son menores a los de medios escritos como La Nación. Digo peor, porque en Costa Rica la gente que se informa lo hace por tele y apenas la mitad por prensa escrita, como dice la encuesta de la semana pasada en el Semanario Universidad.


 
Así se informa la gente acá. Aunque nos duela

Apenas un tercio lo hace por Internet: de nuevo, es poco el impacto que tendrían medios como ElPais o CRHoy. La falta de recursos económicos limita en mucho la capacidad de los medios "alternativos". Si lograran financiarse por publicidad, las empresas poderosas podrían injerir.

Otro amigo me dijo una vez, así, como si nada: "Y entonces, vos que estudiás Comunicación, ¿cómo podría hacerse un medio independiente fuerte?" Todavía no sé.

Pero mientras no exista una forma de poner en agenda de la "opinión pública" temas que no sean los de los grupos poderosos, lo van a seguir haciendo medios como La Nación, Repretel y Teletica. Con los dolores de hígado que conlleva.

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