domingo, 26 de mayo de 2013

¿Por qué un blog?

Me fascinó la idea de que cualquier persona con ganas de contar pudiera tener un espacio donde compartir lo que piensa, lo que vive, lo que ve. Desde que los conocí, allá por 2010, tengo una imagen romántica de los blogs.

En los blogs se habla con más transparencia que en los medios tradicionales. En cada historia, se va un pedazo del autor o autora. Como una buena canción, revela mucho de quien la escribió y de quien la canta. Te cuenten una historia, sentís el calor de un relato.

Esto es un riesgo, dejar por ahí, disponibles para cualquiera, pensamientos muy personales. No sé cómo harán escritores y escritoras que son leidos/as en todo el continente. Aunque la mayoría de blogs no tienen esa pretención de ser masivos; son más bien una obra personal. Algo así como un experimento apenas. Pero la posibilidad de que cualquiera dé con una publicación existe, no se puede controlar, y en parte ahí yace uno de los encantos de ser leído: no sabés quién puede aparecer.
La mayoría de los blogs caducan pronto. Una causa sería esta exposición de las personas que lo escriben. Pero diría que principalmente es porque requieren de mucho tiempo y cariño, como se nota en las publicaciones. Uno no es "profesional" en esto del blog, tarda horas para decidir un tema o decidir cómo se va a escribir, qué le metés y qué le quitás. Puede ser que haya algo que tenés metido y que sentís que tenés que poner en algún lado, pero para ponerlo en el blog hay que chinear lo que decís.

Tampoco te pagan por escribir ni tenés una obligación de contrato con nadie. Eso trae la frescura a los temas y a las publicaciones. Pero también complica la continuidad, es muy duro mantener ese ritmo de publicaciones.

Lo bueno es que el blog te da una sensación de arraigo, mientras que la mayoría de cosas que leemos en Internet son tan breves, tan inmediatas, tan frías. Tan pasajeras... También lo que publicamos, las notas en Facebook o los tuits, todo se va pronto, para eso nacieron. Especialmente en Twitter -la competencia de publicaciones spam, a mí parecer-. En ambas redes, las empresas y los medios intentando capturarte con mensajes tan breves, metidos en medio de espacios personales, de amistades, familiares.

En el blog se siente que el cariño que se puso en una publicación no se evaporará tan rápido. Por ejemplo, se pueden ver publicaciones por mes, por fecha, por etiqueta. Además, existe la potestad de poner enlaces, videos, fotos, casi que como le plazca al autor o autora. No así en las dos redes mencionadas, donde todo está bastante limitado para hacerlo breve y uniformado. Y esa sensación de pausa frente a la prisa de Internet y los medios masivos la agradece también la gente que lee blogs.

Retomando, ¿por qué escribir un blog? Es una chamba sin paga, hay que dedicarle tiempo y ponerle mucho cariño, por lo que se revela mucho de uno mismo. Tampoco parece ser el camino más seguro a la fama. Y aun así, inicié este blog con Diana y tal vez después metemos más gente.

En lo personal, los blogs me han parecido lugares donde encontrar historias con cariño, cosa que no ves en los medios masivos. Publicaciones que cuentan algo sin la prisa de los medios. También por un sentido de comunidad, de gente que se siente en la misma condición, que se recomiendan entre sí y rescatan el aporte de los demás.

En fin, porque tengo una idea romántica de lo que son los blogs.

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